¿Círculo o espiral?

Vacaciono dentro de mi cabeza, el tiempo me lo permite. Escucho a Bach, ( The Art of Fugue ) como defensa ante cualquier sonido externo qué me distraiga de mi paisaje subjetivo. Una sensación me impulsa a escribir ; es la necesidad vital de dejarle pistas al desmemoriado
“ Edisel del futuro “, qué en algún punto lo invadirá una sensación e impulso de escribir. Porque, siempre , termina descubriendo las intangibles, pero evidentes similitudes entre “ el hoy y el ayer “. Al punto, que tengo la sensación de andar en círculos, o en espiral, no lo sé.
Elevando el valor de lo cualitativo sobre lo cuantitativo para no distraerme, evito caer en la trampa-tentación de comparar el pasado con el presente a partir de binomios como : Cuba - Usa, agenda - iPad , bicicleta - Mustang. Separado el ruido anterior, me reencuentro una vez más, fuera de casa, en algún lugar aislado, viviendo en mi cabeza, imaginando creaciones, anhelando la expresión multidimensional del amor. Es un estado con muchos sabores, es como si fuera una gran lengua que percibe simultáneamente el sabor ácido de la migración, la dulce miel del confort, el amargo del “objeto” amoroso distante, el salado esfuerzo propio de la supervivencia y muchos sabores que se mezclan. Creando, cuando menos : un delicioso plato existencial
En lo medular, sigo siendo aquel muchacho que vivía en la Viguía en Camagüey. En aquella casa donde escuchaba música de noche y escribía garabatos en su agenda. Y antes de salir el sol camina las calles imaginando como sería el futuro. ¿ Voy en círculos o en espiral ? No lo sé, es aún temprano para dictar sentencia.